31 de diciembre de 2011

2012 Deseos 12

Deseo 1

Deseo 2

Deseo 3

Deseo 4

Deseo 5

Deseo 6

Deseo 7

Deseo 8

Deseo 9

Deseo 10

Deseo 11

Deseo 12



Seleccionar doce deseos para el 2012, 
yo ya he elegido los míos.




27 de diciembre de 2011

La rama seca

Apenas tenía seis años y aún no la llevaban al campo. Era por el tiempo de la siega, con un calor grande, abrasador, sobre los senderos. La dejaban en casa, cerrada con llave, y le decían:
-Que seas buena, que no alborotes: y si algo te pasara, asómate a la ventana y llama a doña Clementina.
Ella decía que sí con la cabeza. Pero nunca le ocurría nada, y se pasaba el día sentada al borde de la ventana, jugando con "Pipa".
Doña Clementina la veía desde el huertecillo. Sus casas estaban pegadas la una a la otra, aunque la de doña Clementina era mucho más grande, y tenía, además, un huerto con un peral y dos ciruelos. Al otro lado del muro se abría el ventanuco tras el cual la niña se sentaba siempre. A veces, doña Clementina levantaba los ojos de su costura y la miraba.
-¿Qué haces, niña?
La niña tenía la carita delgada, pálida, entre las flacas trenzas de un negro mate.
-Juego con "Pipa" -decía.
Doña Clementina seguía cosiendo y no volvía a pensar en la niña. Luego, poco a poco, fue escuchando aquel raro parloteo que le llegaba de lo alto, a través de las ramas del peral. En su ventana, la pequeña de los Mediavilla se pasaba el día hablando, al parecer, con alguien.
-¿Con quién hablas, tú?
-Con "Pipa".

Doña Clementina, día a día, se llenó de una curiosidad leve, tierna, por la niña y por "Pipa". Doña Clementina estaba casada con don Leoncio, el médico. Don Leoncio era un hombre adusto y dado al vino, que se pasaba el día renegando de la aldea y de sus habitantes. No tenían hijos y doña Clementina estaba ya hecha a su soledad. En un principio, apenas pensaba en aquella criatura, también solitaria, que se sentaba al alféizar de la ventana. Por piedad la miraba de cuando en cuando y se aseguraba de que nada malo le ocurría. La mujer Mediavilla se lo pidió:
-Doña Clementina, ya que usted cose en el huerto por las tardes, ¿querrá echar de cuando en cuando una mirada a la ventana, por si le pasara algo a la niña? Sabe usted, es aún pequeña para llevarla a los pagos...
-Sí, mujer, nada me cuesta. Marcha sin cuidado...
Luego, poco a poco, la niña de los Mediavilla y su charloteo ininteligible, allá arriba, fueron metiéndosele pecho adentro.
-Cuando acaben con las tareas del campo y la niña vuelva a jugar en la calle, la echaré a faltar -se decía.

Un día, por fin, se enteró de quién era "Pipa".
-La muñeca -explicó la niña.
-Enséñamela...
La niña levantó en su mano terrosa un objeto que doña Clementina no podía ver claramente.
-No la veo, hija. Échamela...
La niña vaciló.
-Pero luego, ¿me la devolverá?
-Claro está...
La niña le echó a "Pipa" y doña Clementina, cuando la tuvo en sus manos, se quedó pensativa. "Pipa" era simplemente una ramita seca envuelta en un trozo de percal sujeto con un cordel. Le dio la vuelta entre los dedos y miró con cierta tristeza hacia la ventana. La niña la observaba con ojos impacientes y extendía las dos manos.
-¿Me la echa, doña Clementina...?
Doña Clementina se levantó de la silla y arrojó de nuevo a "Pipa" hacia la ventana. "Pipa" pasó sobre la cabeza de la niña y entró en la oscuridad de la casa. La cabeza de la niña desapareció y al cabo de un rato asomó de nuevo, embebida en su juego.
Desde aquel día doña Clementina empezó a escucharla. La niña hablaba infatigablemente con "Pipa".
-"Pipa", no tengas miedo, estate quieta. ¡Ay, "Pipa", cómo me miras! Cogeré un palo grande y le romperé la cabeza al lobo. No tengas miedo, "Pipa"... Siéntate, estate quietecita, te voy a contarel lobo está ahora escondido en la montaña...
La niña hablaba con "Pipa" del lobo, del hombre mendigo con su saco lleno de gatos muertos, del horno del pan, de la comida. Cuando llegaba la hora de comer la niña cogía el plato que su madre le dejó tapado, al arrimo de las ascuas. Lo llevaba a la ventana y comía despacito, con su cuchara de hueso. Tenía a "Pipa" en las rodillas, y la hacía participar de su comida.
-Abre la boca, "Pipa", que pareces tonta...
Doña Clementina la oía en silencio. La escuchaba, bebía cada una de sus palabras. Igual que escuchaba al viento sobre la hierba y entre las ramas, la algarabía de los pájaros y el rumor de la acequia.
Un día, la niña dejó de asomarse a la ventana. Doña Clementina le preguntó a la mujer Mediavilla:

-¿Y la pequeña?
-Ay, está delicá, sabe usted. Don Leoncio dice que le dieron las fiebres de Malta.
-No sabía nada...
Claro, ¿cómo iba a saber algo? Su marido nunca le contaba los sucesos de la aldea.
-Sí -continuó explicando la Mediavilla-. Se conoce que algún día debí dejarme la leche sin hervir... ¿sabe usted? ¡Tiene una tanto que hacer! Ya ve usted, ahora, en tanto se reponga, he de privarme de los brazos de Pascualín.
Pascualín tenía doce años y quedaba durante el día al cuidado de la niña. En realidad, Pascualín salía a la calle o se iba a robar fruta al huerto vecino, al del cura o al del alcalde. A veces, doña Clementina oía la voz de la niña que llamaba. Un día se decidió a ir, aunque sabía que su marido la regañaría.
La casa era angosta, maloliente y oscura. Junto al establo nacía una escalera, en la que se acostaban las gallinas. Subió, pisando con cuidado los escalones apolillados que crujían bajo su peso. La niña la debió oír, porque gritó:
-¡Pascualín! ¡Pascualín!
Entró en una estancia muy pequeña, a donde la claridad llegaba apenas por un ventanuco alargado. Afuera, al otro lado, debían moverse las ramas de algún árbol, porque la luz era de un verde fresco y encendido, extraño como un sueño en la oscuridad. El fajo de luz verde venía a dar contra la cabecera de la cama de hierro en que estaba la niña. Al verla, abrió más sus párpados entornados.
-Hola, pequeña -dijo doña Clementina-. ¿Qué tal estás?
La niña empezó a llorar de un modo suave y silencioso. Doña Clementina se agachó y contempló su carita amarillenta, entre las trenzas negras.
-Sabe usted -dijo la niña-, Pascualín es malo. Es un bruto. Dígale usted que me devuelva a "Pipa", que me aburro sin "Pipa"...
Seguía llorando. Doña Clementina no estaba acostumbrada a hablar a los niños, y algo extraño agarrotaba su garganta y su corazón.
Salió de allí, en silencio, y buscó a Pascualín. Estaba sentado en la calle, con la espalda apoyada en el muro de la casa. Iba descalzo y sus piernas morenas, desnudas, brillaban al sol como dos piezas de cobre.
-Pascualín -dijo doña Clementina.
El muchacho levantó hacia ella sus ojos desconfiados. Tenía las pupilas grises y muy juntas y el cabello le crecía abundante como a una muchacha, por encima de las orejas.
-Pascualín, ¿qué hiciste de la muñeca de tu hermana? Devuélvesela.
Pascualín lanzó una blasfemia y se levantó.
-¡Anda! ¡La muñeca dice! ¡Aviaos estamos!
Dio media vuelta y se fue hacia la casa, murmurando.
Al día siguiente, doña Clementina volvió a visitar a la niña. En cuanto la vio, como si se tratara de una cómplice, la pequeña le habló de "Pipa":
-Que me traiga a "Pipa", dígaselo usted, que la traiga...
El llanto levantaba el pecho de la niña, le llenaba la cara de lágrimas, que caían despacio hasta la manta.
-Yo te voy a traer una muñeca, no llores.
Doña Clementina dijo a su marido, por la noche:
-Tendría que bajar a Fuenmayor, a unas compras.
-Baja -respondió el médico, con la cabeza hundida en el periódico.

A las seis de la mañana doña Clementina tomó el auto de línea, y a las once bajó en Fuenmayor. En Fuenmayor había tiendas, mercado, y un gran bazar llamado "El Ideal". Doña Clementina llevaba sus pequeños ahorros envueltos en un pañuelo de seda. En "El Ideal" compró una muñeca de cabello crespo y ojos redondos y fijos, que le pareció muy hermosa. "La pequeña va a alegrarse de veras", pensó. Le costó más cara de lo que imaginaba, pero pagó de buena gana.
Anochecía ya cuando llegó a la aldea. Subió la escalera y, algo avergonzada de sí misma, notó que su corazón latía fuerte. La mujer Mediavilla estaba ya en casa, preparando la cena. En cuanto la vio alzó las dos manos.
-¡Ay, usté, doña Clementina! ¡Válgame Dios, ya disimulará en qué trazas la recibo! ¡Quién iba a pensar...!
Cortó sus exclamaciones.
-Venía a ver a la pequeña, le traigo un juguete...
Muda de asombro la Mediavilla la hizo pasar.
-Ay, cuitada, y mira quién viene a verte...
La niña levantó la cabeza de la almohada. La llama de un candil de aceite, clavado en la pared, temblaba, amarilla.
-Mira lo que te traigo: te traigo otra "Pipa", mucho más bonita.
Abrió la caja y la muñeca apareció, rubia y extraña.
Los ojos negros de la niña estaban llenos de una luz nueva, que casi embellecía su carita fea. Una sonrisa se le iniciaba, que se enfrió en seguida a la vista de la muñeca. Dejó caer de nuevo la cabeza en la almohada y empezó a llorar despacio y silenciosamente, como acostumbraba.
-No es "Pipa" -dijo-. No es "Pipa".
La madre empezó a chillar:
-¡Habra
habraseve  visto la tonta! ¡Habrase visto, la desagradecida! ¡Ay, por Dios, doña Clementina, no se lo tenga usted en cuenta, que esta moza nos ha salido retrasada...!
Doña Clementina parpadeó. (Todos en el pueblo sabían que era una mujer tímida y solitaria, y le tenían cierta compasión).
-No importa, mujer -dijo, con una pálida sonrisa-. No importa.
Salió. La mujer Mediavilla cogió la muñeca entre sus manos rudas, como si se tratara de una flor.
-¡Ay, madre, y qué cosa más preciosa! ¡Habrase visto la tonta ésta...!
Al día siguiente doña Clementina recogió del huerto una ramita seca y la envolvió en un retal. Subió a ver a la niña:
-Te traigo a tu "Pipa".
La niña levantó la cabeza con la viveza del día anterior. De nuevo, la tristeza subió a sus ojos oscuros.
-No es "Pipa".
Día a día, doña Clementina confeccionó "Pipa" tras "Pipa", sin ningún resultado. Una gran tristeza la llenaba, y el caso llegó a oídos de don Leoncio.

-Oye, mujer: que no sepa yo de más majaderías de ésas... ¡Ya no estamos, a estas alturas, para andar siendo el hazmerreír del pueblo! Que no vuelvas a ver a esa muchacha: se va a morir, de todos modos...
-¿Se va a morir?
-Pues claro, ¡que remedio! No tienen posibilidades los Mediavilla para pensar en otra cosa... ¡Va a ser mejor para todos!

En efecto, apenas iniciado el otoño, la niña se murió. Doña Clementina sintió un pesar grande, allí dentro, donde un día le naciera tan tierna curiosidad por "Pipa" y su pequeña madre.
Fue a la primavera siguiente, ya en pleno deshielo, cuando una mañana, rebuscando en la tierra, bajo los ciruelos, apareció la ramita seca, envuelta en su pedazo de percal. Estaba quemada por la nieve, quebradiza, y el color rojo de la tela se había vuelto de un rosa desvaído. Doña Clementina tomó a "Pipa" entre sus dedos, la levantó con respeto y la miró, bajo los rayos pálidos del sol.
-Verdaderamente- se dijo-. ¡Cuánta razón tenía la pequeña! ¡Qué cara tan hermosa y triste tiene esta muñeca!


Fin
*******************




Ella, esa mujer tenía la voz cálida, con un timbre suave, preciosa voz... y me fue introduciendo en el cuento. Cuándo termino, yo tenía las emociones encogidas y mis ojos cristalinos.

"El valor de las cosas lo tenemos que poner cada uno de nosotros"... aprendí.


                                                                                       Mediterráneo



AGRUPACIÓN DE PERCUSIÓN
Profesor: Francisco Cárdenas
Programa:
Música para un cuento de Ana María Matute
Intérpretes:
Carmen Carreras Molina, Miguel García Gómez, Jorge Sánchez García,
María Oubiña García. 
Centro Cultura Tomás y Valiente, Fuenlabrada (Madrid)

21 de diciembre de 2011

¡Va por ustedes!



Quisiera conjugar unas pequeñas frases, este es mi reducido homenaje: ¡Va por ustedes!

A una cartera que nunca la abandonara las ganas de llevarnos al buzón de nuestro corazón las ganas de vivir. 
Una profesora que nos enseña que la vida está llena de momentos concluyentes, intensos y maravillosos.
A el que tiene las manos manchadas de carbón y un corazón cargado de versos.
Un navarro que su visión de la naturaleza y la amistad la viste siempre de alegría y cariño hacía los demás.
A un poeta de barrio que a su mirada nunca se le escapa el vivir de la gente corriente y excepcional.
Un abogado que anda algo "doblado" y nos enseña Madrid a cada uno de sus pasos.
A un isleño que lleva arte en sus manos y sus B&N o desaturados nos deja embobados.
Un aiao que cuenta cuentos al pequeño Albert.
A quién nos recoge un poco de t'o y nos regala pequeñas visiones de las cosas más cotidianas.
A adagio Mari que no sabe hacer retratos normales y a sus niños los retrata el Alma.
Un español en París, que nos enseña cultura, arte y siempre nos deja con ganas de más.
A esa pareja de fotógrafos y nos dejan su buen hacer con sus equipazos y su amistad.
El del sombrero, su abrigo, su maleta, que nos deja ver en su espalda las emociones de sus pasos y andanzas.
Para el que camina por la linde de la vida y al final tendrá un encuentro con la vida.
A un bilbaino que no encuentra palabras, porque en cada una de sus imágenes el abecedario baila a su son.
Aquel que tiene una cita con su salud y siempre va acompañado por su amigo Lucas.
A quién un encuentro con la música le llevo por caminos dirección al Sur.
A un montañero incansable por rutas inolvidables.
Para él, que tiene una cita con el destino y siempre va en un vagón de estratos y sus emociones a cuestas y, con la amistad por bandera.
Al que nos deja versos enrevesados, de dioses, divas, transeúntes y mil cosas que se le ocurre.
Para quién nos abstrae con sus imágenes y nos deja la vida a pequeñas dosis.
Al delineante de formas, de versos qué cuadrícula cada entrada.
Para un equipo de gentes, que por ellos y sin ellos... estos encuentros jamas se hubieran consumado.


Les deseo que en el 2012 tengan la satisfacción 
de sentirse vivos y de
haberse conocido.

"Porque este viaje que llaman vida la forman pequeños golpes del 
segundero, sincronizados con cada uno de nuestros latidos. 
La vida es un baile armónico, depende de nosotros los tropiezos,
el aprendizaje de un nuevo ritmo y el son de cada uno de 
nuestros pasos."
                                                Mediterráneo


Posdata: Las dos fotografías son de Ñoco&Remei, que me dieron permiso para usarlas. (Gracias) 




17 de diciembre de 2011

AMANTE

AMANTE: "Lo que nos apasiona". Es decir, lo que ocupa nuestro pensamiento, antes de quedarnos dormidos y también quien, a veces, no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno y lo que nos deja saber que la Vida tiene motivación y sentido. 
En ocasiones, encontramos a nuestro amante en nuestra pareja; en otros casos, en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional; en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio o en el obsesivo placer de un entretenimiento. 
En fin, es alguien o algo que nos pone de novio con la Vida y nos aparta del triste destino de durar.
¿Y qué es DURAR?

DURAR es tener miedo a vivir...

...algo trascendental:

"PARA ESTAR CONTENTO, ACTIVO Y SENTIRSE FELIZ, HAY QUE ESTAR DE NOVIO CON LA VIDA." 

Fragmentos de: "Hay que buscarse un amante" 
Jorge Bucay

14 de diciembre de 2011

Sin comentarios... o sí?


” Creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros preparados al combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán alrededor de los bancos privarán a la gente de toda posesión, primero por la inflación, luego por la recesión, hasta el día que sus niños se despertarán, sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron “.

 Thomás Jefferson (1802)


8 de diciembre de 2011

Desde los Afectos


¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

Que uno tiene que buscarlo y dárselo…
Que nadie establece normas, salvo la vida…
Que la vida sin ciertas normas pierde formas…
Que la forma no se pierde con abrirnos…
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente…
Que no está prohibido amar
Que también se puede odiar…
Que la agresión porque sí, hiere mucho…
Que las heridas se cierran…
Que las puertas no deben cerrarse…
Que la mayor puerta es el afecto…
Que los afectos, nos definen…
Que definirse no es remar contra la corriente…
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja…
Que negar palabras, es abrir distancias
Que encontrarse es muy hermoso
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida
Que la vida parte del sexo…
Que el por qué de los niños, tiene su por qué…
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad…
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana…
Que nunca está de más agradecer
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo…
Que nadie quiere estar solo
Que para no estar solo hay que dar…
Que para dar, debemos recibir antes…
Que para que nos den también hay que saber pedir…
Que saber pedir no es regalarse…
Que regalarse en definitiva no es quererse…
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos…
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo…
Que ayudar es poder alentar y apoyar…
Que adular no es apoyar…
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara…
Que las cosas cara a cara son honestas…
Que nadie es honesto porque no robe…
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo…
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente…
Que con los oídos se escucha…
Que cuesta ser sensible y no herirse…
Que herirse no es desangrarse…
Que para no ser heridos levantamos muros
Que sería mejor construir puentes
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve…
Que volver no implica retroceder…
Que retroceder también puede ser avanzar…
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol…


¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?




                                                                          Con mis Afectos



6 de diciembre de 2011

Me regalas 3:05' de tu tiempo?

Hoy no hay foto.
Hoy solo quiero compartir estos 3 minutos 
contigo... que llegas a visitarme.



Gracias por hacer este recorrido a mi lado.
                                                                        Mediterráneo

1 de diciembre de 2011

Como un libro


Así es la vida...
somos responsables
de pintar cada página de colores o
dejarlas en blanco y negro.


28 de noviembre de 2011

Llegaron dentro de mi equipaje

Estas fotografías tomadas en la India,
llegaron conmigo y las vivencias que me traje,
ya forman parte de mi equipaje.
Hoy, las quiero compartir con vosotros...
para que no se queden en el olvido.


Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.

Mahatma Gandhi







24 de noviembre de 2011

En la Ventana

Mientras tu vida se va forjando
paso a paso...

Has de ir aprendiendo que
cada momento vivido será irrepetible.

Has de saber que los besos, los abrazos,
no tienen precio y es el mejor de
los regalos que puedes dar a
aquellos que quieras.

Tendrás que aprender a perdonar,
a pedir perdón...
porque solo así... tu corazón se sentirá
noble y puro.

En el camino iras aprendiendo
que hay poetas, músicos, artistas...
que te harán mas fácil el camino.

Has de aprender a levantarte
cuándo un tropiezo te derrumbe en el suelo.

Aprende a escuchar con la mirada,
a mirar con el corazón,
a soñar... con todo tu ser.

Has de saber que en la vida
no se deja de aprender... y yo
contigo, seguiré aprendiendo.

Y...
descubrirás la magia de
VIVIR.


                                 Para  Laura


22 de noviembre de 2011

Alas




‎"Deja que tus sueños, sean más grandes que tus miedos y que tus acciones... 
sean más fuertes que tus palabras."



15 de noviembre de 2011

Los secretos del Azul II

Si fuese posible descubrir el misterio de la fascinación por el color azul
 Las montañas azules y el agua azul-oscura cambian de color cuando nos aproximamos.
Pero el azul, no es simplemente azul y nada más. 
Hay numerosos tonos azules. 
Un ordenador calculó unos 4 millones de tonos azules. 
Ninguno tiene tanto simbolismo.
La primera impresión es que el azul está unido a las emociones,
estados psíquicos, sensaciones, valores y pensamientos. 
 Azul es el color del
cielo 
La costumbre en las bodas es que la novia use
 "algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul".
La piedra que simboliza la lealtad es el zafiro; 
pero esa piedra en el dedo de una persona infiel...
 (dice la voz popular), pierde su brillo.
En todas las épocas, los artistas se fascinaron por el azul.
En la pintura, simbolizaba los valores más elevados.
El pintor más famoso por su dominio del azul fue Yves Klein,
vio el color azul como símbolo.
En la literatura y el arte romántico, 
el azul representa la añoranza de una realidad distante e imposible de ser tocada. 


Eres azul...
azul profundo de emociones
azul tranquilo, azul sereno
azul real y verdadero...

Pintaste mi alma, pintaste mi cielo
en un breve momento 
pintaste de azul mi corazón y mis adentros...
azul, infinito de sueños
eterno, inmortal...azul sereno

azul con blanco de fé y de cielo...

¡SI!
Eres Azul de inteligencia
Azul promesa
Azul lejano
Azul cercano
azul sereno

Azul lunático...


Lejano y grande
difuminado e inalcanzable
eres azul de cielo
azul que no cansa
azul que me alcanza
para iluminar desde aqui
mi negro cielo...




Hay días...
que me siento: AZUL.

AZUL CIELO
AZUL MAR