
Regresaré a casa una vez más...
en mi calle estarán dos faroles encendidos,
para que a mi vuelta sienta alivio.

Debajo de mi ventana habrá una cuerda vacía...
podré colgar mis sentimientos
y que el viento se lleve alguno de ellos.

Una vez más estoy sin cobertura...
el óxido se adueño de mi línea.

Y volverá a llover en los cristales
de mis ventanas, una vez más...
iré dejando tres palabras.